Los cinnamon rolls o rollos de canela lamentablemente no son muy vistos en España. ¡Qué fallo! ¡Porque están de muerte! Son muy típicos en América del Norte, en Filipinas, y en países del norte de Europa como Suecia. Son dulces, tiernos, y aromatizados, y al darles un mordisco se te despierta un mmmmm!!!! Podríamos decir que son afrodisíacos para con uno mismo jajaja He probado varias recetas, hasta que he dado con esta que creo que es la que reúne lo mejor de todas y no necesita ni de aparatos de amasar ni de termomix o robots de cocina 🙂
Son ideales como merienda, para llevar algo para picar en encuentros con amigos, para desayunar con un buen zumo o café con leche, para picar a media tarde, o para fiestas infantiles 🙂 Mi sobri, cuando le doy uno, dice: “¡más! ¡más!” sin parar hasta que no le das un trozo más… y vuelve a pedir más 🙂
¡Ah! Esta receta implica amasar. Con lo que ponte buena música y a amasar al ritmo de la música. Las cosas hechas con amor y diversión salen más ricas 🙂
Con o sin cobertura, tú eliges 🙂 :
¡Deseo que os pirre! 🙂
Receta sin termomix. Receta con horno.
Dificultad: Media
Tiempo de elaboración: unas 2 horas
Ingredientes para 10 cinnamon rolls o rollos de canela tamaño mediano:
Para la masa:
Buena música para bailar y cantar mientras amasas 🙂- 1/2 taza de leche entera
- 1/2 sobre de levadura química royal
- 1 cucharada sopera de mantequilla a temperatura ambiente
- 1 huevo a temperatura ambiente
- 1/2 cucharadita de sal
- 1/4 de taza de azúcar blanco (2’5 cucharadas soperas)
- 2’25 tazas de harina de trigo para repostería
Nota: tamaño de la taza: americana, grande como la de la foto 🙂
Para el relleno:
- 1/2 taza de azúcar moreno
- 1’5 cucharadas soperas de canela en polvo
- 1 cucharada sopera de mantequilla a temperatura ambiente
Para la cobertura (opcional, ponla sólo si quieres):
- 1 cucharada soperas de mantequilla a temperatura ambiente
- 20 gr de queso blanco tipo crema tipo Philadelphia, San Millan o Hacendado
- 0’37 tazas de azúcar glass
- Dos gotitas de esencia de vainilla
Necesitarás…
- Un bol pequeño donde derretir la mantequilla
- Un bol mediano donde mezclar los ingredientes de la masa
- Varillas para mezclar
- Un rodillo. Si no tienes, puedes utilizar una botella de vino o cualquiera que tengas circular lisa, que esté bien limpia.
- Ser infantil
- Tener la encimera limpia y una buena lista de canciones que te gusten listas a reproducir 🙂
- Papel de horno
- Otro bol donde hacer la cobertura
La receta 🙂
1.- Calienta un poco la leche en el microondas o a fuego lento (¡sólo un poco!) para tener la leche tibia.
2.- Pon la cucharada de mantequilla en un bol pequeño apto para microondas y caliéntalo 25 segundos. Acaba de derretir el resto de mantequilla removiendo con una cucharita para repartir bien el calor.
3.- En un bol, pon la leche tibia y el medio sobre de levadura química. Remueve bien con una cuchara hasta que quede bien integrado.
4.- Ahora añade la mantequilla derretida, la pizca de sal, el huevo, y el azúcar blanco. Remueve bien todo con las varillas hasta que quede todo bien mezclado y homogéneo.
5.- Ahora, poco a poco, ves añadiendo la harina. Añade un poco, remueve todo con las varillas hasta que ese poco de harina quede bien integrado, y sigue así hasta que acabes de verter toda la harina en el bol. Remueve bien todo hasta que quede todo integrado. Se te empezará a enganchar la masa a las varillas. Hora de utilizar las manos (¡que deben estar bien limpias!) 🙂 Amasa bien con las manos: dale vueltas, círculos… juega con la masa a la vez que la vas moviendo con amor. Amasa durante unos 10 minutos. No te olvides de poner música para mover tus sentidos! 😀
6.- Deja reposar las masa 1 hora a ser posible cerca de una luz o lugar calentito. Ponte a bailar con la música que suena 🙂
La masa estará lista cuando la puedas tocar con los dedos y no te quede toda la masa enganchada en el dedo sin poder desengancharse de tu dedo 😉
7.- Precalienta el horno calor arriba y abajo a 220ºC.
Limpia bien la superficie de la encimera y sobre ella, coloca la masa y con la ayuda de un rodillo, aplástala hasta hacer un rectángulo como en la foto.
8.- En un bol pequeño, pon media taza de azúcar moreno, y una cucharada y media de canela en polvo. Remueve hasta que quede una mezcla equitativa. ¡Ésta será la del relleno! 🙂
9.- Vuelve a derretir en el microondas una cucharada sopera de mantequilla. Úntala por encima de la masa.
10.- Ahora espolvorea por encima de la masa, la mezcla que has hecho de azúcar moreno y canela. Si te falta mezcla, añade sin miedo. Nunca te vas a quedar corta 😉 Esparce bien con una cuchara para que te quede todo cubierto como en la foto.
11.- Ahora, enrolla la masa con cuidado como un brazo gitano, empezando a enrollar por el lado más largo. Lo que yo hago es ayudarme con una pala de madera, desenganchando poco a poco desde el lado exterior hacia debajo de la masa con la pala de madera, a la vez que voy enrollando la masa con los dedos. Has de ir con cariño y mucho cuidado para que no se te salga el azúcar ni la canela. Haz este paso poco a poco, no hay prisa 🙂
12.- Una vez enrollado, córtalo en rodajas de unos dos dedos de grosor. Córtalo también suavemente para que no se te desmonten ni te salga el azúcar ni la canela del relleno.
13.- Pon papel de horno en la bandeja del horno, y coloca los cinnamon rolls sobre la bandeja de horno, separados un poco los unos de los otros pensando en que se engrandecerán un poco al hornearse.
14.- Si el horno ya está a 220ºC, coloca la bandeja del horno con los cinnamon rolls a altura media y déjalos hornear por unos 15 a 30 minutos según tu horno. Debes retirarlos del horno cuando los veas dorados como en la foto.
15.- Mientras, preparamos la cobertura: calienta la mantequilla en el microondas hasta que se derrita.
En un bol, pon la philadelphia, el azúcar glass, la esencia de vainilla y la mantequilla. Bate todo hasta que te quede una mezcla bien homogénea.
Y lista 🙂
16.- Cuando los cinnamon rolls estén listos, sácalos del horno y vierte sobre ellos la cobertura si es que has decidido ponerle cobertura. A mí me gusta mucho como le queda porque le añade el suave sabor del queso crema azucarado con el azúcar glass. Puedes probar de cubrir solo unos pocos y si ves que te gusta acabas de cubrirlos todos :-).
Déjalos enfriar un poquito y… ¡listos! 😀

















