Hace poco me diagnosticaron una cándida estomacal, y he tenido que cambiar completamente la manera de comer, de comprar ingredientes y de planificar las comidas. No puedo comer gluten ni lactosa ni azúcar y un sinfin de otros “no-es” muy aburrido. Al inicio es desorientador: ¿Pero qué me queda? Ya no puedo tomar cosas industriales, todo tiene que ser hecho en casa con ingredientes frescos. Leer la carta de un restaurante se convierte en la búsqueda paralela de “Wally” en una de esas páginas donde Wally está perdido entre millones de personas… y cuando lo encuentras, si es que lo hay, no tienes el lujo que tenías antes de la diversidad de elección jajaja (ojalá un día la sociedad se vuelva más educada a nivel nutricional).
El lado bueno es que pasada la desorientación inicial, una vez “memorizados” mis nuevos “sí-es” y “no-es”, estoy re-descubriendo recetas sin gluten ni lactosa y restos de “sin” que llevan muchos “con”, y están deliciosas. Si no hubiera sido por la cándida, nunca me hubiera planteado. Así que… ¡Gracias cándida! 😊
Estoy ganando en salud a un ritmo exponencial, ¡y a nivel digestivo me siento mejor que nunca! Dicho esto, uno de mis nuevos “sí-es”, es pan sin gluten pero hecho en casa con mimo, sin conservantes ni EEEE-no se qué. Tras un mes de aprendizajes, he dado con esta receta que me pirra, y quiero compartirtela por si te animas a probar un pan apto para celíacos que es fácil a digerir, rico en nutrición y sabor, y muy fácil de hacer. No se necesita panificadora… y nada tiene que envidiar a los “con gluten” de cereales negros 😉
Pan sin gluten de saraceno y maiz, con semillas de amapola y girasol:
Duración: 2 min la mezcla + 1h de reposo + 1h de horno
Receta sin termomix ni panificadora
Ingredientes para un pan mediano-grande:
- 300 gr de harina de sarraceno
- 150 gr de harina de maíz
- 12 gr de sal
- 12 gr de levadura
- 405 ml de agua tibia
- 4 a 6 cucharadas soperas de semillas de amapola (o la cantidad que te guste a tí)
- 4 a 6 cucharadas soperas de pipas de girasol bio (sin sal añadida, preferiblemente orgánicas). Puedes añadir más, según tu gusto personal
Necesitarás:
- Un bol grande donde mezclar todo
- Una cuchara de madera
- Un molde rectangular para pan o para bizcocho, tamaño pequeño-mediano (yo utilizo el molde de bizcocho)
- Papel de horno
- Un trapo
La receta 🙂
- En el bol, vierte y mezcla todos los ingredientes secos (todos, salvo el agua 🙂 )
- Una vez los ingredientes secos bien repartidos, añade el agua tibia, mezclando con una cucharada por unos 3-5 minutos, hasta que todo esta bien mezclado y la mezcla se vuelve homogénea y elástica.
3. Cubre el molde con papel de horno, y vierte la mezcla aquí. Una vez vertida, cubre con un trapo y deja reposar a temperatura ambiente con el trapo cubierto 1h-1h30min
4. Unos 15min antes de poner el pan en el horno, pre-caliéntalo a 200 grados (calor arriba y abajo). Cuando esté a 200 grados, introduce el pan en el horno y deja hornear por 1h más o menos. Cada horno es un mundo, así que lo que te recomiendo es que pasados unos 35-40min, verifiques qué tal sientes tu pan: pincha con un cuchillo en el centro del pan y si sale limpio, es que ya está listo. No esperes demasiado a sacarlo porque sino se te secará y te quedaría duro. En mi horno, el pan me queda en el punto exacto a los 50min.
5. Déjalo enfriar y listo para consumir!! Consérvalo en el molde donde lo hiciste, cubierto con el trapo, a temperatura ambiente.
Idea de consumo: Queda muy rico por la mañana, con un poco de aceite de colza, aguacate, huevo y germinados de alfalfa 😋
¡Buen provecho!