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Receta de una mousse de chocolate para chuparse los dedos :p

Lo más difícil de esta receta es conseguir la textura mousse. No os negaré que me llevó unos cuantos intentos dar con la receta que os vamos a poner aquí con la que finalmente sí se obtiene esa textura tan característica (y deliciosa al paladar) de una buena mousse. Y siendo esta mousse de chocolate… ¡mmmm! Perfecta como postre para tí mismo, o para llevar a una cena con amigos. ¡Pruébala! Paladar de Dioses 🙂

Dificultad: media

Tiempo de elaboración: 30 minutos

Ingredientes para 4 personas:

150 gr de chocolate negro 70% cacao (notarás una gran diferencia en el resultado de la mousse si usas un chocolate de calidad o no. Te recomiendo que utilices uno de calidad)
4 huevos medianos
50 gr de azúcar glassé
una pizca de sal
100 ml de nata líquida para montar

Necesitarás:

Tres bols (uno para las claras, otro para las yemas, otro para montar la nata)
Una cazuela mediana
Una cuchara de madera
Batidora eléctrica con varillas

La receta 🙂 :

1.- Separa la clara de la yemas. Guarda las claras de huevo en un bol el frigo y reserva las yemas en otro bol.

2- En un bol, añade la nata y con una batidora eléctrica con varillas dale desde el centro de la nata hacia fuera haciendo círculos. A esto se le llama montar la nata. Sigue batiendo hasta que veas que la nata liquida se ha convertido en nata montada (que de hecho, podrías girar el bol y la nata no se te caería porque se ha convertido en una masa compacta -y deliciosa- ;p ). Si la batidora es buena, te llevará unos 5 minutos máximo. Cuando esté montada, resérvala para después.

2.- Trocea el chocolate negro en trozos y ponlo en una cazuela que llevarás a fuego a intensidad media-baja mientras remueves con una cuchara de madera para que se deshaga.

3.- Una vez el chocolate esta fundido y con una textura lisa y líquida, apaga el fuego y vierte el chocolate líquido en el bol donde tienes las yemas. Bate rápido y bien fuerte sin parar desde el momento en que añades el chocolate líquido a las yemas. Hasta que se vea bien mezclado.

4.- Una vez la mezcla es homogénea y equilibrada, añade la nata montada y mezcla de nuevo todo bien hasta que la mezcla quede bien repartida y homogénea. Te habrá cogido volumen.

Claras a punto de nieve

5.- Ahora, por otro lado, saca el bol con las claras del frigo y bate con la batidora eléctrica con varillas sin parar hasta que las claras se hayan montado a punto de nieve. Es bueno que las claras estén frías porque montarán más fácilmente a punto de nieve. Verás que están listas cuando se haya hecho una espuma ligera, completamente blanca, y que parece nieve 🙂 con muchas burbujitas 🙂

6.- Cuando las claras estén montadas a punto de nieve, de manera muy delicada, añádelas a la mezcla pero muy suavemente e intentando evitar que se rompan las burbujas de aire de las claras de huevo para guardar una textura ligera y conseguir esa textura tan característica de la mousse. Éste creo es el punto más difícil de conseguir y a la vez el diferencial de las mousse buenas y las no tan buenas. Con mucho cuidado, atención y vista al detalle lo podrás conseguir 🙂 (y si no, prueba y error hasta que lo consigas. Lo único malo de esto es que no pararás de comer chocolate :p ).

Cuando veas que la mousse esté hecha, guárdala en el frigo durante unas 2-3 horas antes de servir. Pasadas estas horas, ya la podrás sacar de frigo y consumir. La puedes servir en bols individuales decorando con unas hojas de menta. ¡A ver cuánto dura antes de que quede toda devorada! 😉