La cebolla caramelizada le da ese sabor más dulce y tostado a la cebolla y acompaña perfectamente carnes, quesos (probad una hamburguesa con queso de cabra, miel y cebolla caramelizada, ummm! 😉 ), guisos, ensaladas, verduras, tortillas e incluso pizzas. Es un básico de cocina que puedes utilizar para darles a tu plato este complemento dulce y tostado. Hay varias formas de hacerlo pero el básico es el que aquí os explico. Según lo dulce que la quieras, puedes añadir más o menos cucharadas de azúcar. Desde mi punto de vista, 3 son la cantidad justa para que no sea ni empalagosa ni “sosa”.
Dificultad: Fácil
Tiempo de elaboración: 30-40 minutos
Receta sin termomix y sin horno
Ingredientes para 2 personas como acompañamiento:
- 1 cebolla blanca grande (o bien la puedes comprar ya troceada)
- 3 cucharadas soperas de azúcar moreno
- Aceite de oliva (un chorrito)
- Vinagre de vino blanco (un chorrito)
Necesitarás…
- Una sartén mediana
La receta 🙂 :
1.- Trocea la cebolla en trocitos pequeños tipo láminas finas pequeñas.
2.- Pon una sartén a fuego medio en el fuego con un chorrito de aceite de oliva y cuando éste esté caliente añade la cebolla troceada y remueve durante 6-7 minutos (hasta que la cebolla esté blandita). Es importante que no dejes de remover ya que es un “must” para que la cebolla caramelizada quede bien.
3.- Cuando veas que la cebolla ya está blandita, baja el fuego al nivel más bajo y añade 3 cucharadas soperas de azúcar moreno. Reparte bien para que todo él quede bien repartido y remueve sin parar durante 20 minutos. El truco de la cebolla caramelizada reside en no dejar de remover durante los 20 minutos.
4.- Pasados estos 20 minutos, añade a la sartén un chorrito de vinagre de vino blanco. Sin dejar de remover, déjalo 5 minutos hasta que se evapore.
Una vez evaporado y pasados estos 5 minutos… Ya está 🙂 ¡Ya tienes tu cebolla caramelizada!
A mí me gusta mucho y ponerla en diferentes platos les da un toque de sabor distinto 🙂
Bon appétit! 🙂