La famosa tarta tatin es dulce y de manzana. Esta es una receta de una tarta tatin salada perfecta para invierno: combina tomates al horno con mostaza y queso rallado. Sencillamente deliciosa 🙂
Dificultad: Fácil
Tiempo de elaboración: 30 min + 55 minutos de cocción (30 + 25)
Ingredientes para 4 personas
- 12 tomates
- 100g de queso emmental rallado
- 1 rollo de masa brisa o masa para quiches
- 1 cucharada sopera de aceite de oliva
- 1 cucharadita (tamaño: cucharita de café) de azúcar blanco
- 1 cucharada sopera de mostaza fuerte
- Sal y pimienta
Necesitarás…
- Un molde apto para horno
La receta :):
1.- Precalienta el horno a 180ºC calor arriba y abajo
2.- Pon un poco de aceite de oliva en la base del molde y asegúrate de que éste quede bien repartido por toda la base del molde (así no se te enganchara la receta en el molde).
3.- Corta los tomates en 4 trozos.
4.- En el molde engrasado, pon los trozos de tomate en el molde, repartidos de manera que cubras la base con los tomates. Añade la sal, la pimienta, la cucharadita de azúcar, y el aceite de oliva repartida. Llévalo al horno durante 30 minutos.
5.- Pasados estos 30 min, con cuidado de no quemarte, retira el jugo que hayan sacado los tomates y espolvorea por encima el queso emmental rallado.
6.- Hora de la masa 🙂 Desenrolla la masa y, expuesta sobre una superficie lisa, con un tenedor ves pinchando la masa de manera que te quede toda ella con “agujeritos” del tamaño del tenedor.
7.- Una vez pinchada, píntala con la mostaza.
8.- Seguido, cubre los tomates con la masa de brisa embadurnada de mostaza, de manera que la capa de mostaza toque la capa de queso rallado.
9.- Hora de introducirlo en el horno 🙂 Pon la tarta en el horno durante unos 25 minutos (como siempre digo: cada horno es un mundo. Para saber si está hecha o no, pincha con un tenedor y si éste te sale limpio es que ya está hecha :-))
Una vez pasados estos 25 minutos (o el tiempo que haya necesitado tu horno), apaga el horno y retira la tarta del horno. Déjala reposar 10 minutos antes de servirla.
10. Para desmoldarla, pon el molde del revés y deja caer con cuidado, de manera que te quede la masa brisa como la base de la tarta tatin.
Se suele servir tanto caliente como tibia.
Ya verás que rica 🙂