Esta es una receta con calabaza cuya idea viene de la típica fondue de queso suiza. En lo único en que se le parece esta receta a la fondue de queso suiza es en su presentación y en que se come sumergiendo pinchos con pan del día anterior en la fondue. Pero no es ni de lejos tan pesada ya que su base es toda ella vegetariana (verduras y queso).
Es una idea para ofrecer un menú original para cenas con amigos, por ejemplo, como menú para Haloween o temporadas donde empieza a entrar el frío (otoño / invierno). Se puede servir como entrante si sois muchos, o como plato principal. Es también una receta de calabaza para utilizar todo su caparazón así como su interior. ¡Bien rica!
O bien, si has comprado una calabaza para Haloween y ahora no sabes qué hacer con ella, ésta es también una receta ideal para aprovechar la calabaza entera 😉
Dificultad: fácil
Tiempo de elaboración: aprox 1 hora
Receta sin termomix.
Ingredientes para 4 personas:
- 1 calabaza entera redonda
- 1 tomate
- 1 puerro
- 1 patata mediana o 2 pequeñas
- 1 cebolla
- 2 dientes de ajo
- 1/2 litro de caldo de pollo
- 100 gr de queso (yo utilizo el queso gouda o curado según el toque que me apetezca darle 😉 ). El queso es opcional. Se puede hacer lo mismo sin queso
- Tomillo fresco y perejil
- Aceite de oliva, sal, pimienta
- 1 barra de pan del día anterior o que esté duro (si no al ponerlo en la fondue se fundirá con la sopa y perderás el rasto de tu pincho). A mí me gusta mucho el sabor que le da el pan completo de cereales. Pero si prefieres el pan blanco, puedes utilizarlo sin problemas.
Necesitarás…
- Una cazuela mediana-grande con su tapa
- Una batidora tipo las de Moulinex de toda la vida
- Una cuchara de madera
- Tenedores de fondue (o pinchos de madera donde poder pinchar un trozo de pan al final y untarlo con la fondue de calabaza)
La receta ;):
1.- Abre la calabaza por la parte superior (como si fueras a quitar “la tapa” del recipiente) y vacía la calabaza con cuidado guardando una capa gruesa de piel. Utilizaremos el exterior de la calabaza como cuenco.
Con la carne de la calabaza que has vaciado, córtala en trozos pequeños.
2.- Ahora a por el resto de verduras: parte en rodajas el puerro y corta en dados el tomate y la patata. Pica también la cebolla en trozitos lo más pequeños posibles y pica también los dos dientes de ajo.
3.- Vierte todas las verduras (los dados de calabaza, el puerro, el tomate, la patata, la cebolla y los dientes de ajo) en una cazuela con un chorrito de aceite. Llévala a fuego medio y salpimenta (añade sal y pimienta al gusto, yo pongo solo un puñadito de cada). Remueve para que la sal, la pimienta y el aceite estén repartidas por todas las verduras y deja cocinar durante unos 10 minutos con la cazuela tapada. Ves removiendo de vez en cuando para que no se te enganchen las verduras en el fondo de la cazuela.
4.- Pasados estos 10 minutos, añade el medio litro de caldo de pollo a la mezcla y deja cocinar a fuego medio durante 5 minutos más.
5.- Pasado este tiempo, apaga el fuego y bate todo con una batidora hasta que las verduras junto el caldo se hayan hecho puré casi líquido con un color homogéneo.
6.- Una vez tengas este puré, pásalo por un colador para quitar los restos y vuélvelo a verter en la cazuela. Lleva la cazuela con la fondue a fuego bajo y añade el queso (si quieres añadirle queso), el tomillo y el perejil. Ves mezclando con una cuchara de madera hasta que el queso se haya fundido, aproximadamente unos 5 minutos más. Una vez fundido, apaga el fuego.
7.- Antes de terminar, corta el pan en cubos de unos 2 cm x 2cm.
8.- Por último, vierte dentro de la cáscara de la calabaza la fondue que hemos hecho con todas las verduras y el caldo. ¡Verás qué rica!
A la hora de presentar la mesa: No te olvides de poner el pan cortado en dados en un cuenco del que todos los comensales se puedan servir. En la mesa, junto al cuenco de calabaza con la fondue, quedará muy bien velas de tonalidades naranjas para no romper la sintonía del ambiente.
Una idea de una fondue vegetariana, diferente, llena de nutrientes, y que se puede compartir de una manera divertida con amigos o familiares 🙂 ¡y que sorprende al usar como cuenco la propia corteza de la calabaza! 😉