Este es un postre para sorprender a tus amigos con su presentación y sabor. Basado en la tarta de chocolate blanco que os expliqué aquí, la cocinamos en moldes individuales en lugar de en un molde grande de tarta, y acabamos decorando cada porción individual con arándanos o moras en su parte superior. Irresistibles, ¿verdad? 😉 Creo que es una idea de postre original para servir en reuniones con amigos o como postre en una cena romántica 🙂 Son unos vasitos donde en cada uno hay una deliciosa cucharada de sabor a chocolate blanco, con el crujiente de galleta en su base, y la fruta bien sabrosa al final 🙂
Ideas de postres para cenas con amigos 🙂 Ideales como postre en cenas románticas con pareja 🙂
Son suaves y deliciosas sin ser pesadas en la digestión 🙂 ¡Ojo que enganchan!
Dificultad: fácil
Tiempo de elaboración: 40 min + 2 horas de reposo en la nevera
Receta sin termomix. Receta sin horno.
Ingredientes para 10 a 12 vasitos con base de galleta de tarta de chocolate blanco con arándanos:
- 100 gr de galletas tipo digestive. Si vives en Francia o en Suiza, venden unas galletas ya hechas en migas que están deliciosas y quedan perfectas como base en cualquier tarta, se llaman “Speculoos” y son de la marca “Lotus”. Se venden en potes de 150 gr.
- Una cucharada sopera de mantequilla
- 125 gr de chocolate blanco
- 200 gr de nata líquida culinaria
- 125 ml de leche entera o semi desnatada
- 1 sobre de cuajada
- 100 gr de queso blanco en crema tipo philadelphia (o de cualquier otra marca de queso blanco para untar)
- 1 cucharada sopera de azúcar blanco
- Una cazuela mediana
- Una cuchara de madera
- Una cuchara sopera para luego verter la mezcla de la cazuela a los moldes individuales
- 12 moldes individuales. Yo utilizo los moldes para hacer cupcakes o magdalenas. Si son de silicona mejor así no tienes que engrasarlos 🙂
La receta 😉
Como he comentado en la introducción, la preparación es la misma que para la tarta de chocolate blanco, solo que luego repartimos la base de galleta en los moldes individuales así como la mezcla 🙂 Ahí va la receta detallada:
Tritura las galletas hasta que te queden hechas migas. Bien con las manos, bien con un mortero, bien con una picadora de hielo (con éste último es con lo que irás más rápido ;)). La idea es que te queden todas en migas. Cuanto más homogéneas mejor. Vigila que no te queden tropezones: si te quedan, deshazlos con tus propios dedos: es tu mejor arma
Separa las migas por moldes.
Con las galletas trituradas, pon a calentar la mantequilla (en el micro 30-40 segundos a máxima potencia o bien en el fuego a fuego lento), y cuando esté derretida (no tienes que esperar a que esté toda derretida, cuando le queden trozitos, mezcla con una cucharita lo derretido con lo no derretido y del propio calor de la mantequilla se acabará derritiendo toda), pon menos de una cucharita de postre de mantequilla derretida en cada molde con las migas y mézclala con las galletas trituradas hasta que te quede una pasta homogénea. Cuando esté la mantequilla bien repartida, aplástala con una cuchara grande hasta que te quede la base plana del grosor que quieras 🙂
Y ya. Ponlo en la nevera para que se acabe de endurecer durante unos 10-12 minutos. Mientras, continuaremos con la chicha de este postre 😉
2.- Ahora vamos a por el relleno: Trocea el chocolate en trozos pequeños
5.- Pasados estos 7 minutos, retira la cazuela del fuego y apágalo. Saca los vasitos individuales que tienes en la nevera con la base de galletas y vuelca poco a poco la mezcla que tienes en la cazuela sobre cada uno de los moldes individuales con la base de galleta, con mimo para que no se rompan las bases de galletas 🙂 (en la cocina el mimo es muuuuy importante! 🙂 )